• Función sexual y médula espinal

    La inervación para la ERECCIÓN DEL PENE Y DEL CLÍTORIS tras estímulo directo de la región genital procede de fibras parasimpáticas desde la región sacra, S2-S4, causando vasodilatación y aumento del flujo sanguíneo del tejido eréctil y posterior erección, mientras que el control psicógeno tras estímulos corticales se localiza a nivel dorso-lumbar (niveles D11- L2). (Snell; 1994)
    Se cree que la lubricación vaginal tiene un control parecido al de la erección del clítoris. (Adams et al; 1999).
    El priapismo es una erección penenana mantenida en el tiempo en ausencia de un estímulo adecuado; el priapismo neurógeno puede aparecer en lesiones medulares bilaterales de instauración lenta por encima de S2 o en lesiones medulares agudas después de la fase de shock medular, si los segmentos sacros no se encuentran afectados.

    En la EYACULACIÓN el estímulo aferente se transmite por el nervio dorsal del pene, mientras que la eferencia es transmitida a través de las fibras simpáticas L1-L2 y los nervios somáticos pudendos (niveles S2-S4), hacia el conducto deferente, las vesículas seminales y la próstata, estimulándose la contracción de su músculo liso y liberándose así las secrecciones. (Conde et al; 2006)

    • Si la lesión se produce por encima del nivel D11, se afectarán las erecciones psicógenas, la eyaculación en el varón si la lesión es completa, pudiendo preservarse en algunos casos si ésta es incompleta, y la lubricación vaginal psicógena en la mujer, pudiendo preservarse la refleja.
    • Si la lesión se produce por debajo del nivel D11 se afectarán las erecciones reflejas, pudiendo preservarse las psicógenas en algunos casos de lesiones incompletas, y la eyaculación en un alto porcentaje de varones si la lesión medular es completa, preservándose en un mayor número de casos en lesiones incompletas.

    Aunque la CONTRACCIÓN UTERINA está principalmente bajo control hormonal, el útero está inervado por fibras procedentes de niveles dorso-lumbares D11- L1 hasta el músculo liso del mismo, produciéndose por acción simpática la contracción uterina, mientras que las fibras parasimpáticas se encuentran en los niveles S2-S4 produciéndose en este caso la relajación del útero.
    (Benevento et al; 2002) (Brazis et al; 2007) (Fowler; 2004) (Gómez et al; 2004) (Mowzoon; 2007)

     

    BIBLIOGRAFÍA

    - Adams CA, Ahlskog EJ, Aksamit JA, Aronson EA, Auger RG, Bartleson JD et al. (1999). Función del Sistema Autónomo. En: Exploración Clínica en Neurología, (pp 339-353). Barcelona: Editorial Médica JIMS.

    - Benevento BT, Sipski M. (2002). Neurogenic bladder, neurogenic bowel and sexual disfunction in people with cord injury. Physical therapy. 82(6):601-612.

    - Brazis PW, Masdeu JC, Biller J (2007). Spinal Cord. En: DeStefano F, Bierig L, Schedit S (Eds), Localization in Clinical Neurology, (pp100-125). Boston: Lippincott Williams & Wilkins.

    - Conde A, Hernández M, Mendoza A, Ferrero M (2006). La médula espinal. Los Síndromes medulares. En: Frank García A., Matías-Guiu Guia J., Martínez Vila E. (Eds), Manual del Médico Residente de Neurología, (pp 243-256). Madrid: Grupo Luzán 5.

    - Fowler CJ (2004). Neurological Causes of Bladder, Bowel, and Sexual Disfunction. En: Bradley WG, Daroff RB, Fenichel GM, Jankovic J (Eds), Neurology in Clinical Practice, (pp 419-431). Philadelphia: Butterworth Heinemann.

    - Gómez JC, Zarranz JJ (Ed) (2004a). Trastornos del sistema nerivioso vegetativo, En Neurología, (pp 87-96). Madrid: Elsevier.

    - Mowzoon N (2007). Disorders of the Autonomic Nervous System, En: Mowzoon N, Flemming KD (Eds), Neurology Board Review, (pp 847- 866). Rochester: Mayo Clinic Scientific Press.

    - Snell RS (Ed) (1994). Sistema Nervioso Autónomo. En: Neuroanatomía Clínica, (pp 448-480). Madrid: Editorial Médica Panamericana.