• Cefalea en procesos intracraneales

    La cefalea en los trastornos vasculares intracraneales es crucial. No solo en la evolución de un paciente con focalidad neurológica y cefalea, donde el diagnóstico diferencial de las entidades que se acompañan de estos síntomas es clave, sino que puede ser la clave diagnóstica de procesos clave.


     


    Cefalea atribuida a hipertensión intracraneal idiopática
    La hipertensión intracraneal idiopática es una urgencia neurooftalmológica por el riesgo de desarrollar ceguera. En todo paciente con cefalea y edema de papila bilateral se debe excluir una lesión intracraneal y una trombosis de senos. Posteriormente la hipertensión intracraneal idiopática debe incluirse en el diagnóstico diferencial. Este cuadro ha sido denominado de diversas formas (pseudotumor cerebrii, hipertensión intracraneal benigna) siendo la de hipertensión intracraneal idiopática la más adecuada.
    Habitualmente consideramos normal menos de 200 mm de H2O en delgados y 250 mm de H2O en obesos.
    Entidad variada cuyos criterios diagnósticos se han modificado en función de los avances tecnológicos, teniendo en cuenta la técnica de RM cerebral a la hora de excluir una trombosis de senos venosos cerebrales. Por las implicaciones pronósticas que tiene debe ser reconocida y tratada adecuadamente
    El tratamiento dependerá de los signos y síntomas del paciente siendo fundamental un seguimiento estricto del paciente ante el riesgo de pérdida de visión. Se deberán realizar campimetrías periódicas. En caso de no existir alteración de la visión siempre es mejor tener una actitud conservadora. Dentro de la actitud terapéutica incluimos la pérdida de peso, la acetazolamida hasta dosis de 4g, asociada o no a furosemida.


     


    Cefalea atribuida a hipertensión intracraneal secundaria a causas metabólicas, tóxicas u hormonales
    Existen algunos fármacos y situaciones que son factores de riesgo para la hipertensión intracraneal idiopática. Se deben conocer y retirarlos, dentro de estos se incluyen las vitaminas hidrosolubles, algunos antibióticos y alteraciones hormonales. En estos casos se considera secundaria.


     


    Cefalea atribuida a hipertensión intracraneal secundaria a hidrocefalia
    Se denomina hidrocefalia a un aumento del tamaño ventricular secundario a un incremento en el LCR con el consiguiente aumento de presión. No se considera hidrocefalia la secundaria a una retracción del parenquima cerebral o a las alteraciones anatómicas que no implican un aumento de presión intraventricular.
    El cuadro clínico varía en los niños previo al cierre de las fontanelas que presentarán una macrocefalia secundaria. En los adultos varía dependiendo de la velocidad de instauración de la misma, desde cuadros funlminantes de cefalea intensa y como hasta cuadros subagudos con cefalea, náuseas y vómitos, diplopia y alteración del nivel de consciencia
    Un cuadro especialmente grave es el quiste coloide del tercer ventrículo que puede ocasionar problemas de drenaje del LCR con episodios de cefalea explosiva e incluso pérdida de tono muscular. El tratamiento de elección es la derivación ventrículo-peritoneal y de la causa de la misma, si es posible.


     


    Cefalea atribuida a disminución de la presión del líquido cefalorraquídeo.
    La disminución de la presión del LCR produce un cuadro clínico relativamente estereotipado que evolutivamente puede evolucionar hacia la curación espontánea o presentar complicaciones graves. La causa más frecuente son las punciones lumbares.


    •     Cefalea post-punción lumbar


    Es una complicación frecuente de las punciones lumbares que afecta al 30% de los enfermos.


    •     Cefalea por fístula de líquido


    Las fístulas de LCR son frecuentes tras los traumatismos craneales o la neurocirugía.


        Cefalea atribuida a disminución espontánea (o idiopática) de la presión del líquido cefalorraquídeo
    En la mayoría de los casos de hipotensión intracraneal primaria suele existir una dislaceración en la meninge secundaria a una tracción en el plexo braquial, por lo que la localización más habitual es la región cervico-dorsal.
    Muchos pacientes mejoran espontáneamente, aunque por lo general se recomienda reposo en cama y toma de abundantes líquidos y sustancias ricas en cafeína. Aunque no hay evidencias los corticoides orales o intramusculares pueden ser de utilidad. En los casos que el paciente no mejore y la fístula esté localizada se puede aplicar un parche de sangre (10-20cc) del propio paciente (antólogo) en el espacio epidural.


     


    Cefalea atribuida a enfermedad inflamatoria no infecciosa
    Dentro de las enfermedades inflamatorias podemos presentar cuadros meningeos asépticos.


     


    Cefalea atribuida a neoplasia intracraneal
    La cefalea es un síntoma importante en los pacientes oncológicos por diversos motivos. Puede ser la manifestación inicial de una metástasis intraparenquimatosa o leptomeningea, en ocasiones nos ayudará a localizar complicaciones infrecuentes como las infiltraciones de los canales de los nervios sensitivos craneales y podremos dirigir las pruebas para llegar a un diagnóstico.


     


    Cefalea atribuida a meningitis carcinomatosa (metástasis leptoneningeas)
    La cefalea aparece en un 40% de los pacientes con enfemedad metastásica leptomeningea.


     


    Cefalea atribuida a malformación de Chiari tipo I
    La cefalea asociada a la malformación de Chiari suele ser occipital y/o suboccipital prolongada, o precipitarse por la tos o maniobras de valsalva. Pueden existir signos de disfunción cerebelosa, troncoencefálica o medular cervical.


     


    Pseudomigraña con pleocitosis o Síndrome de cefalea transitoria y déficit neurológico transitorio con linfocitosis del líquido cefalorraquídeo


    El Síndrome de cefalea transitoria y déficit neurológico transitorio con linfocitosis del líquido cefalorraquídeo o pseudomigraña con pleocitosis es una entidad infrecuente caracterizada por ataque autolimitado de déficit neurológico focal, cefalea de perfil migrañoso y pleocitosis mononuclear en el LCR. La incidencia de esta entidad es de 2 casos por millón de habitantes de los que hasta un 30% pueden ser migrañoso. Auque su etiopatogenia no es conocida se discuten como posibilidades más plausibles la de una encefalitis viral o la autoinmune como respuesta a antígenos externos con una reactividad cruzada con los neuronales o vasculares


    BIBLIOGRAFÍA


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