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Las complicaciones neurológicas asociadas a la endocarditis infecciosa aparecen en torno a un 20% de los pacientes( Heiro et al;2000) y suponen un peor pronóstico, sobre todo el ictus. Las principales complicaciones son el infarto y la hemorragia cerebral, el ataque isquémico transitorio, las embolias silentes, la crisis comicial, la encefalopatía tóxico-metabólica, los aneurismas micóticos, el absceso cerebral y la meningitis.

Los tumores de los plexos coroideos son tumores cerebrales primarios infrecuentes, derivados del epitelio del plexo coroideo, que aparecen predominantemente en la infancia. Se han descrito tres tipos: papiloma de plexo coroideo (OMS I), papiloma atípico (OMS II) y carcinoma (OMS III). Su localización más frecuente son los ventrículos laterales, seguido del cuarto y del tercero. Su forma de presentación clínica más frecuente es la hidrocefalia.

La cefalea en los trastornos vasculares intracraneales es crucial. No solo en la evolución de un paciente con focalidad neurológica y cefalea, donde el diagnóstico diferencial de las entidades que se acompañan de estos síntomas es clave, sino que puede ser la clave diagnóstica de procesos clave.

 Sabemos que las crisis son un fenómeno paroxístico autolimitado, por tanto, el EE se produce cuando fallan los mecanismos normales que dan lugar al final de una crisis epiléptica. El principal problema viene a la hora de delimitar temporalmente cuando una crisis se prolonga demasiado como para finalizar por sí misma. Algunos trabajos que han analizado este aspecto concluyen que una crisis tónico-clónica generalizada (CTCG) dura, de media, 1 minuto y una crisis parcial compleja (CPC) dura, de media, 2,5 minutos.