• Conceptos básicos anatómicos y fisiológicos del olfato

    El sistema olfatorio es único entre los sistemas sensoriales por varios motivos, el principal de ellos es que no hace su primer relevo sináptico en el tálamo, ya que sus vías predominantemente ipsilaterales, proyectan desde el bulbo olfatorio hasta las estructuras más antiguas del córtex cerebral antes de alcanzar el tálamo y el neocórtex (Descarries L et al; 1987).

     
    Los receptores olfatorios se encuentran localizados en el epitelio olfatorio de la cavidad nasal y son los encargados de transportar la información olfativa actuando como quimiorreceptores. Existen tres tipos principales de células olfatorias: las células basales, las células de sostén y las células olfativas sensoriales. Éstas últimas contienen filamentos sensoriales (cilios) que se encargan de transformar las señales químicas procedentes de las sustancias volátiles en respuestas eléctricas. Sus axones no mielinizados atraviesan la lámina cribosa del etmoides y terminan en neuronas de proyección e interneuronas del bulbo olfatorio, que constituye la primera estructura de relevo de este sistema (Price JL; 1990). Posteriormente, las neuronas del bulbo olfatorio se dirigen al núcleo olfatorio posterior del rinencéfalo, localizado en la corteza piriforme, también llamada corteza olfatoria primaria (segundo relevo de la vía), en la porción medial del lóbulo temporal; esta región presenta numerosas conexiones dopaminérgicas con las estructuras estrionígricas y, junto con la ínsula, el claustro y otras estructuras relacionadas, constituyen las áreas de integración de la información olfatoria (Pampliega A et al, 2006).

     
    Una pequeña proyección de las fibras de la corteza piriforme (las relacionadas con los procesos emocionales y de memoria) se dirigen al sistema límbico (corteza entorrinal, complejo periamigdalino e hipocampo), surgiendo desde estas regiones, un gran número de interconexiones hacia otras áreas cerebrales como el núcleo dorsomedial del tálamo, el hipotálamo, la corteza orbitofrontal y la región dorsolateral de los lóbulos frontales (Price JL; 1990 y Pampliega A et al, 2006).

    Bibliografía:
    Descarries L, Lemay B, Doucet G, Berger B (1987). Regional and laminar density of the dopamine innervation in adult rat cerebral cortex. Neuroscience. 21: 807-24.
    Price JL (1990). Olfactory system. En: Paroxinos G (ed), The human nervous system, (pp 390-403). San Diego: Academic Press.
    Pampliega A, Serna C, Alfaro A, Leiva C (2006). Los nervios craneales y el tronco encéfalo. Lesión de los nervios craneales. Trastornos oculomotores y visuales. Síndromes del troncoencéfalo. En: Frank A, Matías-Guiu J, Martínez E (Eds), Manual del médico residente de neurología, (pp 193-208). Madrid: Sociedad Española de Neurología.