La migraña ha sido reconocida como una entidad clínica desde la antigüedad. Álvarez menciona que en un poema sumerio (3000 años a. C.) está descrita la asociación de cefalea y pérdida de visión. Hipócrates (460 a.C.) tuvo conocimiento de la cefalea probablemente a través de la medicina egipcia, y describió los síntomas visuales acompañantes de la migraña. La descripción más completa de la migraña la efectuó Areteo de Capadocia (siglo II d.C.) quien la denominó heterocránea.