• Manifestaciones clínicas y tratamiento de las lesiones del sistema nervioso central

      Los síntomas presentes tras un daño cerebral adquirido, como ya hemos adelantado previamente, pueden clasificarse en diferentes áreas: motoras, funcionales,  cognitivas y conductuales, estando interrelacionadas unas con otras. Como señalamos al inicio del capítulo, aquí nos referiremos exclusivamente a las alteraciones relacionadas con la esfera cognitiva y conductual.

       Los síntomas cognitivos son aquéllos que aparecen cuando hay afectación de una o más funciones cerebrales relacionadas con cognición (atención, concentración, memoria, lenguaje,…), también denominadas funciones superiores. A partir de ellas el ser humano puede realizar todas actividades como: registrar experiencias nuevas y recordar otras pasadas, comunicarse mediante un sistema simbólico (gestual, oral, escrito, etc.), ejecutar movimientos aprendidos o aprender cosas nuevas. Entre otras, son consideradas funciones superiores el lenguaje, la atención, la memoria, las gnosias, las praxias y la inteligencia o capacidad de resolución de problemas.

    Los síntomas conductuales son aquéllos relacionados con el comportamiento del paciente e incluyen trastornos de la percepción, del contenido del pensamiento, del humor o de la conducta. El abordaje terapéutico de cada uno de ellos debe hacerse de forma individualizada, aunque en ocasiones un mismo fármaco puede ser útil en más de un trastorno conductual.

    Existe una serie de premisas que no debemos olvidar cuando tratemos los síntomas cognitivos y conductuales y que son las siguientes: 
     • Los trastornos cognitivos y conductuales son la manifestación de un cerebro alterado. Suelen ir unidos y deben tratarse conjuntamente.

     •  El tratamiento farmacológico y no farmacológico deben considerarse no sólo complementarios sino potenciadores mutuos.

     • Los pacientes con daño cerebral presentan mayor sensibilidad a los fármacos, por lo que es recomendable iniciar el tratamiento a bajas dosis e ir incrementándolas poco a poco (Start low/Go slow)
     • Es necesario establecer los síntomas diana tras una exploración neuropsicológica rigurosa, para poder administrar el fármaco más idóneo a cada síntoma e intentar simplificar el tratamiento de modo que un mismo fármaco pueda ser útil para diferentes síntomas.
     • Intentar establecer la hipótesis fisiopatológica siempre que sea posible
     • Tratar con objetivos realistas y que se ajusten a las expectativas
     • Eliminar la medicación innecesaria
     • Monitorizar efectos adversos e interacciones

     

    No hay que olvidar que la mayoría de fármacos que se utilizan para los síntomas cognitivos y conductuales no están lo suficientemente ensayados, y su uso suele venir derivado de la experiencia previa adquirida con pacientes psiquiátricos.